Perdidas en el vestidor






Después de darle un montón de vueltas a la frase con la que quería empezar mi andadura en el maravilloso e inabarcable mundo de los blogs, me rindo. Me rindo porque mi propósito es empezar hoy mismo, y si sigo tratando de encontrar el inicio perfecto, me voy a plantar en el mes de agosto...y a esas alturas se me habrá pasado ya el ánimo que me ha empujado a crear mi propio blog.

Por tanto, así, sin más, y de este modo tan improvisado, comienza a rodar "En el vestidor". Lo cierto es que el nombre tampoco está muy meditado, pero nos tendremos que apañar con eso.

Pero eso sí: lo que tengo claro es el objetivo del blog. Quizá me cueste un poco definir en qué va a consistir, pero me resultará relativamente fácil explicar qué no vais a encontrar "En el vestidor". Después de haber estado navegando por la red durante meses leyendo y releyendo magníficos blogs de moda de todo tipo pertenecientes a personas mucho más conocedoras de ese mundo que yo, me he dado cuenta de que no tendría sentido hacer otro blog que tratara sobre lo mismo: tendencias, protocolo, noticias sobre desfiles y diseñadores, debates acerca del último modelo de tal o cual firma, etc... No tengo capacidad para eso, lo admito. Así que este blog no va a tratar sobre esas cuestiones.

Tampoco tengo la valentía suficiente como para compartir mi vestuario con el resto de la humanidad, por lo que no espereis ver fotos mías luciendo el contenido de mi ropero.

Sin embargo, me he dado cuenta de que cuando más he disfrutado leyendo blogs ha sido cuando me he encontrado opiniones sobre truquillos, recursos y recomendaciones para rentabilizar nuestro armario. En esas ocasiones me ha hecho ilusión imaginar todo lo que puedo hacer con las cosas que ya tengo, y esa es la sensación que pretendo transmitir.

Y después de este largo discurso inicial, llegamos por fin al objeto de este blog: desde aquí vamos a intentar dar algunas ideas para sacarle partido a ese montón de ropa que estoy segura de que todas tenemos. Porque yo al menos, me voy a volver loca si sigo intentando seguir todas las tendencias. Mi bolsillo ha dicho "basta" y se ha negado a seguir financiando mi loca tendencia a las compras compulsivas.

Y además...ha llegado un punto en que no sé ni lo que tengo en el armario, y a pesar de eso, me sigo dejando arrastrar por la fiebre consumista y acabo cayendo una y otra vez en la tentación. ¿Y para qué? para añadir una camiseta más o lo que se tercie a ese montón sin sentido en que se ha convertido mi vestuario.

Estoy segura de que muchas disfrutaríamos más exprimiendo las posibilidades de todas esas prendas que en su día compramos con tanta ilusión. No se merecen caer tan fácilmente en el olvido y el desuso, ¿no os parece?

Pues venga, ¡¡manos a la obra!! vamos a echar un vistazo y a analizar bien qué es lo que tenemos por ahí.

¡Espero que me echéis una manita...! que sé de muchas que llevan una diseñadora dentro y que seguro que tienen un montón de ideas estupendas para transformar una prenda de modo que le saquemos mucho más partido.


¡Hasta pronto!















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