Hoy quería escribir sobre nuevas formas de combinar nuestro vestuario, y tenía el texto casi terminado en mi cabeza, pero no sé si por encontrarme algo pachucha por culpa de una gastroenteritis o por qué, el caso es que prefiero seguir profundizando en el tema del ahorro. (Seguro que una última compra fallida ha tenido algo que ver).
Hace poco vi en una revista de cotilleo una imagen que me afectó como un campanazo: no recuerdo de quién hablaban, pero al enumerar a sus amigas, ilustraron la lista con una foto de cada una, y salvo por el color del pelo, estaban todas cortaditas por el mismo patrón. Vaqueros ceñidos, botas altas, melena larga, abrigo imponente, bolsazo en un brazo y bolsa de compras en el otro.
El caso es que es una imagen muy habitual, y que todas las retratadas son consideradas chicas con estilo y buen gusto y todo eso. Pero al verlas a todas juntas, me di cuenta de lo poco que me gustaba esa imagen, que, dicho sea de paso, se parece mucho a la que todas tratamos de imitar hoy día (consciente o inconscientemente).
Todas las "chicas estilosas" del momento son sorprendidas con frecuencia dando la misma imagen: las botas, el bolso caro, el abrigo llamativo... y las bolsas de una boutique colgando del brazo. Y de pronto no le veo sentido. Es más, lo veo ridículo. ¿Para qué todo eso? ¿Cuándo vamos a tener suficiente y vamos a dejar de gastar en ropa? ¿Cuándo vamos a empezar a disfrutar de lo que tenemos y con lo que tenemos? Porque ¿de qué nos sirve ir marcando estilo si no podemos pensar en otra cosa más que en lo que llevamos puesto y lo que nos gustaría vestir en el futuro?
Y podría seguir haciéndome preguntas de ese estilo hasta hartarme, pero lo que de verdad me preocupa es que los demás me puedan ver a mí también de esa manera, con bolsas a todas horas, preocupada por si el bolso que llevo combina bien con mi ropa o está pasado de moda, y más preocupada por qué par de zapatos elijo para una salida, que por la salida en sí.
También me he replanteado lo de la hucha que os recomendé el otro día, porque me he dado cuenta de que es muy difícil echar en una hucha un dinero que no se ha gastado, y al final acaba por no hacerse, así que el objetivo que teníamos con el ahorro acaba por no cumplirse. En cambio creo que la solución adecuada es hacer cuentas y ver de lo que realmente podemos disponer, asignar una cantidad mensual fija (y ajustada) para nuestras compras y no salirnos de ahí bajo ningún concepto. Y si somos capaces de renunciar a nuestra habitual acumulación de trapos, entonces es cuando podemos contabilizar toda esa cantidad como un ahorro.
Y seguro que nos iría mejor invirtiendo más en una imagen saludable que en lo que nos echamos encima: Un pelo bonito, una buena figura, una piel resplandeciente... Eso sí, mejor una inversión en tiempo y cuidados, que en dinero, que si no, ¡estamos en las mismas!
Como aún estoy convaleciente y sin fuerzas, pido perdón por si las ideas de hoy no parecen muy claras, pero es que no doy para más.
*) Ah, y que no se me olvide: Aún estáis dentro de plazo para participar en el sorteo que ha organizado B.C. en su blog "Todo sobre mi armario" con motivo de su cumpleaños. El plazo finaliza el día 19. Para quien todavía no conozca su blog, os puedo asegurar que os gustará visitarlo, porque está lleno de recursos y de ideas geniales para vestir bien con poco dinero. ¡Es que además B.C. es toda una artista haciendo sus propios complementos! Y prueba de ello, el collar que ofrece como premio del sorteo. Os va a encantar...Yo ya me he apuntado. ;)
Comentarios
Respecto al post... no puedo estar más de acuerdo contigo en tus reflexiones. A mí también se me ha pasado por la cabeza muchas veces: ¿para qué tanto darle vueltas al coco con lo que me pongo o me dejo de poner? ¿qué satisfacción final obtengo con eso? pero como creo que estamos enganchadas en un círculo vicioso del que es difícil salir, en mi opinión lo mejor es ir poco a poco, intentando concienciarnos para poner las cosas en el sitio que les corresponde. Y utilizo el mismo buen ejemplo que tú has puesto: una cosa es pensar en ir monas a una fiesta y otra es darle más importancia a eso que al evento como tal!
Conclusión: me parece que estamos todas un poco taradillas... :S
Un besito!!!
Y coincido contigo totalmente en la reflexión que has hecho. Lo cierto es que yo por semana apenas pienso en lo que me pongo, voy sencilla y cómoda y dejo para el fin de semana las prendas más especiales.
Además creo, como tú, que es necesario preocuparse más y centrarse en disfrutar del acontecimiento en cuestión, ya sea un simple paseo o una fiesta, que el atuendo que llevemos.
Cuando te repongas, si te apetece, escribe esa entrada sobre cómo combinar, que yo creo que a muchas nos viene bien para optimizar las prendas que tenemos en el armario.
Un beso!
Dos cosas me han llamado la atención del post de hoy. Una la que comentas de que nos dé más miedo pensar en que otros nos vean también así, es algo que yo también me pregunto a veces y no quisiera que lo pensaran! Pero no por eso voy a renunciar a mi gusto por vestir (porque estoy convencida de que se fijan y para su coleto deben creer que soy más presumida que una mica y que no pienso más que en eso).
Y dos, lo de prestar atención a uno mismo antes que a los trapos que pone encima. Totalmente cierto, primero hay que sentirse uno a gusto con uno mismo, por dentro y por fuera, y luego ya te vestirás. De hecho cuando por la razón que sea pasamos mala racha (yo tengo mis problemas, y uno de ellos es una piel infame, ahora mismo, después de un largo tratamiento dermatológico me ha salido un brote bestial de dermatitis de tipo acneico que me está desesperando porque es algo que no he sufrido ni en los peores años de adolescencia) parece que no estamos para "tonterías" y yo, francamente, cuando me veo tan mal en el espejo o tengo alguna molestia o sufro alguna alteración de salud de cualquier tipo lo último que me interesa y me importa es saber si tengo mucha o poca ropa, si combina o no...No soy frívola hasta ese punto. Y este "brote" o caida brutal a la realidad suele repetirse periódicamente con más frecuencia de la que alguno que nos lea se puede imaginar.
Un beso y mejórate! :*
Cariños
Yo tambien me pregunto a menudo por qué sigo acumulando trapos que muchas veces ni me pongo, pero también me digo a mi misma que es mi unico "vicio" (por llamarlo de alguna manera), y aunque ya no me esfuerzo por seguir o imitar las tendencias sigo comprando, pero lo que me gusta y me apetece...
De todas formas creo que también me hace falta una lección basica de como aprovechar todo lo que ya tengo...
Muchos besitos...
Yaiza
La verdad esq si, yo lo he notado desde q tengo el blog, bueno y antes too, y me da un poco de pena haber perdido mi toque o mi estilo x seguir los dictados de lo q se lleva y lo q no; supongo que eso me lleva a dar una imagen de algo q no soy. Es decir, me gusta la ropa, pero odio estar pendiente de lo q llevo y cómo lo llevo xq al final termino incómoda y cabreada...
Mi madre no hace más q reñirme xq dice q tengo mucha ropa y siempre me pongo lo mismo ( xq será?) y sin embargo yo abro el armario y no veo nada q ponerme... Creo q esto too tiene q ver con q , x mucho q diga mi Oso, yo no me veo guapa, no estoy a gusto conmigo misma y entonces pienso q nada de lo q tenga en el armario me va a quedar bien... ( cosa q, en el fondo es cierta SNIF) y mira q me gustan las faldas pero no me las pongo xq me parece q no tengo piernas bonitas, el otro pantalon me hace tripa ( y la tengo) y así una cosa tras otra...
La solución sería cuidarme un poco más ( voy retrasando lo de hacer ejercicio semana tras semana, no hay manera) y a ver si me veo más guapa; pero lo más importante es q vuelva mi Oso ya, q es una inyección de moralina enorme... ays.
Jo q tostón te he soltado. Cuidate mucho y besotes guapa.
Yo, la verdad, lo del plan de ahorro de momento lo llevo bien pero estoy sufriendo con un único objeto de deseo: los zapatos, lo de los bolsazos también me hace pasarlo mal no creas pero como son más inaccesibles me mentalizo más jejeje.
En serio, voy a ser franca, tengo 15 pares de zapatos( de gama media y gama alta) y tres pares de botas y ahora es cuando me pregunto ¿para qué narices necesito otro par?. Lo paradójico de todo esto es que la cantidad de dinero que invierto en ropa no es comparable, yo diría que gasto como cualquier mujer sólo que un 80% del presupuesto lo destino en calzado y cuando me lo puedo permitir un bolsazo o bolsito medio bueno.
La cuestión es que tengo un par para casí cada día día del més o, al menos para repetir solo dos veces en un mes y luego siempre acabo con los mismo 4 pares, pero me puede, es superior a mí, veo un modelo que me entusiasma y pienso...estos se han quedado anticuados, ahora quiero estos otros...y así una y otra vez.
Poco a poco voy aprendiendo, llevo dos meses sin gastar nada, estoy intentando disfrutar de mis pequeños tesoros sin pensar en lanzarme a la búsqueda de otros nuevos y SIN ANSIEDAD jajaja.
¿os pasa igual?
BESOS ROCÍO.
Sobre las reflexiones...me doy cuenta de que estoy muy machacona últimamente, pero es que noto que estoy cambiando (o lo intento). Me imagino que la mayoría de las que me leen están contentas con su forma de actuar con las compras y todo eso, y no tienen ningún problema, pero es que yo empiezo a notar que sí lo tengo. En realidad no tanto por lo que compro, que no es mucho, sino más bien por las cosas que compro y el motivo por el que lo hago. Y sobre todo, porque muchas veces no me aportan ninguna satisfacción. Así que por eso me he puesto firme conmigo misma y vuelvo una y otra vez sobre el tema. Aunque os prometo que voy a aligerar el tono!
Y sí, estoy de acuerdo contigo: estamos todas un poco taradillas, jaja. Mejor nos reímos, no? porque si no...
Velvet, gracias, ya casi estoy bien del todo. :)
Lo gracioso es que yo también voy sencilla y cómoda la mayoría de las veces...por eso no entiendo por qué tengo tanta cosa inútil en el armario y por qué sigo comprándolas (ya digo que no compro demasiado, pero lo hago). Creo que compro para alguien con una vida diferente a la que llevo. No soy realista, y para mi día a día en verdad sólo necesito cuatro cosas. Qué comportamientos más absurdos, verdad?
Y no te preocupes, que ya las próximas entradas tratarán de cómo combinar. Un poco de sensatez en todo esto.
María, yo es que desde que me he casado, me veo con otros ojos, porque no es lo mismo vivir sola que compartir casa y armario. Y cuando ves que de la pareja tú eres la única que compra y compra, y acumula, te empiezas a ver ridícula.
Y lo del aspecto físico es cierto: cuando te ves bien, todo te cae bien, y viceversa. Y desde luego, cuando hay cuestiones más importantes de las que preocuparse, el interés por comprar pasa a un último plano, está claro. Eso es que hay esperanza todavía, jajaja. ;)
Y noto que tú hablas del gusto por vestir, que yo creo que es algo distinto y que por supuesto no se debe perder! lo absurdo es comprar para NO VESTIRLO. Bueno, ése es mi caso, pero supongo que si me lo pusiera todo, de todos modos seguiría notando que compro más de lo necesario. Y eso no me gustaaaaa! El sólo hecho de tener que autocontrolarme, me parece un mal signo.
Bueno, me estoy pintando como si fuera Paris Hilton, y nada que ver, eh??? jajaja. A ver, las cosas claras. Estoy a años luz, pero en cualquier caso, compro más de lo que necesito y uso. Ése es mi problema.
Stella, eso es: hay que tener un vestuario estratégico con prendas útiles, cómodas y versátiles. Que se puedan llenar de fantasía en un momento dado con pequeños toques, pero que sirvan para muchas más ocasiones.
Besos!
Sigo en otro comentario...
Sobre las compras, yo también voy al margen de las tendencias (menos mal, sólo me faltaba) pero me doy bastantes caprichos que en realidad no tienen ninguna utilidad, porque en mi vida no tienen cabida.
Por otro lado, muy de vez en cuando tampoco está mal, creo, porque es como poner un poco de ilusión en la rutina diaria. Porque alguna vez, comprarse un vestido especial aunque no haya en perspectiva una ocasión de lucirlo, tampoco hace daño. Si no, sería todo muy prosaico. Pero vaya, MUY DE VEZ EN CUANDO. En el punto medio está la virtud, ya lo sabemos.
Aunque lo que de verdad debe hacer ilusión es que toda la ropa sea bonita, especial y ponible y amortizable. Y no tener demasiada, que eso frustra. Tener la que se va a usar y usarla.
Me paso la vida luchando con mi naturaleza imperfecta! ;P
Cactus Isa, gracias! Pues sí, es un comportamiento que cabrea, tú lo has dicho. En el caso de obsesionarse con lo que se ve en internet, yo te aconsejo de desconectes directamente. Procura desintoxicarte de tanta información porque acaba una loca. Yo llevo una temporadilla un poco al margen y lo agradezco, porque mi mente no puede asimilar todo eso!
Y lo de comprar para verse guapa, eso es lo que hacemos todas. Es la motivación principal. Lo que pasa es que primero hay que cuidarse una misma, y luego comprar con calma lo que realmente nos favorezca. Y ten claro que para estar guapa no hay que tener aspecto de modelo! qué va. Hay que sacarse partido con lo que cada una es, porque todo el mundo puede hacerlo. Y además, no te obsesiones, que es mucho mejor tener encanto que un cuerpo perfecto ;) (aunque ambas cosas no estén reñidas).
Ah, y el ejercicio es aconsejable para todo el mundo! oxigena, te hace sentirte ágil y activa, te aclara las ideas, te aumenta la autoestima...
Rocío, tú entonces tienes los mismos puntos débiles que yo, jaja. No sé qué me pasa con los zapatos. De lo demás, paso sin problemas (siempre que tenga unos buenos vaqueros), pero de los zapatos...uf, lo paso fatal. Y luego siempre voy con los mismos! y ahí están, ocupando media habitación, y muertos de risa en sus cajas.
Pero veo otros y caigo otra vez. Y antes pasaba de los bolsos, pero ahora he descubierto que también me gustan, y es un agobio. Pero lo estoy atajando ya, aunque no he llegado al grado de ahorro que ya has alcanzado tú, y que me parece admirable! sobre todo por lo de no sentir ansiedad.
Aunque esto parece ser como lo de fumar. Tres días sin el vicio y ya la ansiedad no te ataca igual (eso dicen, que yo no fumo).
Yo lo que voy a hacer desde ya, es analizar uno a uno los elementos de mi vestuario y empezar a hacer arreglillos a todos para que estén perfectos y nada me frene a la hora de usarlos. Así de paso, practico la costura y las manualidades. Ya he recuperado dos bolsos y estoy muy contenta! parecen otros.
Bueno, paro ya, que aburro.
Besos a todas y gracias! :)
Siento las incomodidades que provocaban, porque encima no estaban por decisión mía!
La clave está en lo que dices sobre comprar más de lo que tú sientes que necesitas. Yo atravieso rachas como la que te induce a reflexión estos días, pero me doy cuenta de que tampoco sería una persona feliz teniendo mucho menos de lo que tengo. El baremo lo pone cada uno según es él mismo y sus necesidades. Soy consciente de que tengo más de lo que realmente necesito para vestir a diario y a veces siento esa angustia que da cuando descubrimos una prenda olvidada sin estrenar al buscar otra en un cajón o en el armario, pero también sé que "necesito" tener ese margen de prendas que me permite olvidarme de ellas y "redescubrirlas" al cabo de un tiempo. Y éste puede ser tan relativo como unos días, unas semanas, unos meses o hasta años. Me hace feliz saber que cuento con prendas suficientes para imaginar casi cualquier look que me apetezca y poder montármelo. Era una fanática de los recortables de muñecas cuando peque, y creo que ellos de alguna forma entonces y la moda de más mayor, satisfacen esa necesidad como ya dije lúdica del vestir, que cada una tiene (o no) en mayor o menor medida. Para mi, el límite suele ponerlo el armario. Cuando realmente no cabe más, paro, hago repaso y limpieza. Ni en cantidad ni en calidad (bajo precio, como ya sabéis) cambiaría mi armario por otro con cuatro prendas básicas de buena firma que llevas hasta aburrirte. Me harían feliz...sólo por un muy corto plazo de tiempo. Estoy segurísima.
En cuanto al tema de las combinaciones de prendas, la verdad es que a mi también me gustaba mucho y lo echo de menos en el blog, a ver si lo retomas algún día ;)
Ese es un capítulo en el que me estoy poniendo al día rápidamente, hasta me da por diseñar prendas suponiendo que yo misma pudiera hacérmelas...no te digo más! Es que disfruto con esto.
Pero no deja de ser interesante la reflexión que haces como cosa general, aplicable a cualquier armario y perfil. De hecho estoy segura que todas nos planteamos preguntas parecidas en un momento u otro. Para mi no es pesado en absoluto, y siempre sacas alguna buena conclusión de estos temas y es intersante ver la valoración que otras personas hacen de su propio armario.
:*
Besos Rocío.
Tasha, por cierto, la última compra fallida de que hablas es el vestidito ideal que decías el otro día...? Pues vaya chasco! Cuéntanos :) Y espero que te encuentres ya mejor!
:*
El tema del blog...pues sí, son rachas. Ya noto que se me va pasando, jaja. Me duran poco. Pero no, en serio, desde que he devuelto mi última metedura de pata y me he estado quietecita sin buscar nuevos objetivos para gastar mi dinero, estoy mucho más tranquila, y se agradece.
Desde luego, no se trata de no comprarse nada, ni de volverse una persona súper austera con sólo cuatro cosas, pero en mi caso, sí me viene bien poner los pies en el suelo... (sin comprarme otros zapatos para ello, jeje).
Ahora he tomado la determinación de no comprar por internet, al menos en una buena temporada. Y creo que con eso ya consigo el equilibrio, porque cuando voy a una tienda soy mucho más racional, y pocas veces pico. Y cuando pico, suele ser algo que me enamora, así que son buenas compras. Pero por internet me dejo llevar por mi fantasía y compro cosas para una vida que no llevo, así que luego no las uso. Y también me anticipo demasiado a mis necesidades, y claro, hago compras que no responden a mis requerimientos reales y actuales.
Sí, definitivamente, estoy más contenta ahora. :) También quiero ver si soy capaz de transformar yo misma algunas cosas, y ya me he puesto a ello.
Ah, por cierto, mi compra fallida, efectivamente fue el vestidito "perfecto" que luego resultó no serlo tanto: me venía grande, el color era distinto al que yo pensaba...En fin, un chasco.
Pero está claro que no se puede tener medio armario en ese plan. Nada de eso. Encima es contraproducente y ya ni hace ilusión ni nada...
Como te decía, el chasco fue con el vestidito que comenté. Lo bueno es que ya lo había tachado de mi lista de objetivos y ahora lo he vuelto a incluir, lo cual siempre es un aliciente. :)
Nada, nada, me esperaré y el día que me tope por casualidad con una pequeña joya de esas que decimos: zas, a la bolsa. :D
Ah, y gracias, ya estoy bien del todo! la semana pasada es que aparte de encontrarme fatal tenía una cara que daba miedo, y estaba tan floja que supongo que el ánimo no acompañaba, y se reflejó en el blog. Ahora vuelve el optimismo!! ;)
También influye que por primera vez en años, me gusta la canción que han elegido para Eurovisión. :D
Qué opináis?? os gusta u os horroriza??
Besos Rocío.